domingo, 24 de julio de 2011

URUGUAY SE PROCLAMO CAMPEON DE LA COPA AMERICA DE FUTBOL


ya pueden presumir de haber ganado más Copas América que nadie. 15 veces salió campeón y otras tantas dio la vuelta olímpica, la última en el estadio Monumental después de superar con justicia y pocos apuros a la limitada selección de Paraguay, que empató todos sus encuentros en el torneo menos la final, que la perdió.

El inicio de Uruguay fue arrollador, esperanzador después de la desalentadora Copa América sufrida. Pero fue sólo un rato de fútbol y muchos minutos de enredo, de lucha. Se cargó Uruguay de amarillas innecesarias, de esas que no sirven para amedrentar al rival y lo único que logran es condicionar tu juego.

Pero no tardó Uruguay en encontrar lo que buscaba. Fue a los 12 minutos cuando Luis Suárez convirtió el primer gol. La pelota le llegó por casualidad, como sucedió casi todo en este torneo, y superó con algo de suerte a Justo Villar, el portero que durante el campeonato viajó por los campos de Argentina abrazado a la fortuna.

El gol bien pudo llegar antes si el árbitro brasileño Salvio Fagundes hubiera señalado penalti por una clara mano de Ortigoza en un remate de cabeza de Coates. Evitó el tanto y se mereció la expulsión.

Uruguay ya era, y continuó siendo, muy superior y Paraguay no encontró respuesta, porque tampoco supo dónde debía buscarla. Salió a ver la vida pasar y la vida le pasó por delante sin saber cómo actuar. Y es que Paraguay es una selección capaz de evitar que las cosas pasen, pero incapaz de provocar ella los acontecimientos. Esta vez hasta defendió mal, no se posicionó bien. Arruinó así toda opción que pudiera tener de acercarse al título.

Sin argumentos para cambiar la dirección del partido, Paraguay se quedó con las vergüenzas al aire cuando fue obligado a atacar. Uruguay se replegó, dio varios pasos hacia atrás, quizá porque es algo que también va en su carácter y no lo puede evitar, y el choque pareció equilibrarse de forma ficticia. Pero no había disputa posible y Uruguay sólo necesitó recomponer algo esa figura que había descuidado y adelantar las líneas para asestar un nuevo golpe a los paraguayos.

Se esforzó Villar por dejar todo en su sitio y le ganó en un mano a mano a Forlán, que no perdonó a tres minutos del descanso. Arévalo Ríos, el inagotable centrocampista uruguayo, excelente en la interpretación táctica que hace de los partidos, robó un balón y se lo cedió a Forlán para que batiera con un potente zurdazo a Villar. Hasta ese momento, Forlán había vivido de espaldas al gol, pero había sabido suplir su falta de acierto en el remate con un valiosísimo trabajo para el equipo. Nadie se benefició más de sus movimientos dentro del campo que Luis Suárez. Excelente torneo el completado por Forlán.
DIARIO AS

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