Carlos Peñaloza posee la Orden Nacional al Mérito, en el grado de “Gran Oficial” La voz de Carlos Peñaloza identifica entre otras marcas MALBORO, MOVISTAR, TELEFÓNICA, BANCO SANTANDER, BBVA, MAPFRE O CAFÉ DE COLOMBIA.
Carlos Hernando Gómez Peñaloza, más conocido como Carlos Peñaloza, nació en 1958, en Santa Rosa de Viterbo, hijo de Carlos Julio Gómez, un agente de la Policía, y Ana Celia Peñaloza. Es el mayor de ocho hermanos, a los pocos días su familia se trasladó a Tunja donde vivió su infancia y adolescencia. Sus estudios los adelantó en los Colegios Boyacá y Santo Domingo, donde terminó el bachillerato, en 1976.
Sus primeros pinos de la radio los hizo en Radio Única a los 15 años, con el programa Los cristóforos, que consiguió gracias a un cura de la parroquia de Santa Bárbara. Gustavo Núñez Valero, actual secretario privado del gobernador de Boyacá, quien era el jefe de redacción del Diario El Oriente, fue quien le enseñó a redactar noticias en Diario el Oriente. En Radio ünica leía el noticiero Aquimín ganaba 500 pesos. Luego estuvo en Radio Triunfo 18 meses en reemplazo de una de las mejores voces de Colombia, Gustavo Niño Mendoza, que se había marchado a Bogotá, contratado por una emisora de Caracol.
Su ilusión era viajar a Bogotá a trabajar en alguna radio de la capital, pero no le dieron la oportunidad y pensó en salir de Colombia.
Viajó a Madrid España el 11 de enero de 1978, en pleno invierno, traía en su bolsillo 3.500 pesos, suma con la que estaba convencido podría sostenerse, pero solo alcanzó para diez días. A partir de entonces se enfermó y quiso regresar a su patria, pero no tenía el pasaje de vuelta, además tenía que pagar las cuotas del billete de ida que había financiado. A partir de ahí Carlos empezó a deambular por las parroquias de la ciudad hasta que un padre le dijo: hijo mío, por qué no pones un anuncio de que cuidas enfermos. Gracias al anuncio empezó cuidando a una viejita de 89 años y otros enfermos durante varios meses.
Luego trabajó en una morgue sacando muertos, trasladando cadáveres, trabajos que en estos países no los desarrollan los propios nacionales sino los extranjeros. Allí trabajó un mes. Cuando terminó su trabajo en la morgue quiso entrar en la radio, que era lo que anhelaba. Se fue por las emisoras buscando una oportunidad. Le dijeron que no podía entrar en la radio española porque no tenía acento. Así que se propuso, al margen de sus otros estudios, cursar ortofonía, que es el estudio anatómico de la voz. Fue así como estudió economía y periodismo.
Hoy, Carlos Gómez Peñaloza, tiene su propio manual de locución, con el que se dictan clases en la facultad de ciencias de la información en Madrid. Les enseñé a ellos su propia técnica y su libro Las formas de expresión verbal es uno de los que utilizan como texto.
Otra mentira piadosa Cuando le dijeron que no podía trabajar en la radio española por su falta de acento, recordó que hay dos clases de radios: la estatal y la privada. La privada vive de las cuñas, del dinero que sufragan las empresas o los particulares. Así que decidió comprar su propio espacio para entrar, pero no tenía el dinero para hacerlo. Vendí la idea de un programa que se llamaría Mundo Iberoamericano , pues le resultaba fácil hablar de estos países.
Era un espacio en un horario de sábado, que nadie escucha radio, por allá a las doce de la noche, pero lo importante era entrar, que lo escucharan. La financiación -relata- la busqué, primero en la embajada de Estados Unidos, pero allí se negaron a patrocinarme. Al retirarme de la oficina del agregado cultural le pedí su tarjeta personal. Esa tarjeta para mi era la salvación y con ella me fui a la embajada de Bolivia y con otra mentira piadosa le enseñé la tarjeta del funcionario de la embajada de Estados Unidos diciéndole que allí me había patrocinado el programa y el de Bolivia por no quedarse atrás me patrocinó. Fui a la embajada de Colombia, pero no me dieron ayuda. Ya tenía, con lo de Bolivia, asegurado el pago de la primera media hora. Los invitados a ese primer programa fueron los embajadores de Estados Unidos, de Bolivia y de Colombia .
Cuando hizo este programa, los embajadores de Estados Unidos y Colombia le patrocinaron el segundo programa y así fui haciendo los siguientes hasta que el director de la radio, a quien relacionando con esos diplomáticos, le dijo: no siga haciendo ese esfuerzo, métete en mi emisora , y ahí comenzó la historia de este tunjano en la radio española.
En 1980 comenzó como corresponsal de RCN. Seis años después dejó esta corresponsalía y se vinculó a Caracol y hoy sigo siendo corresponsal de esta cadena. Desde hace un año es corresponsal de la Voz de Rusia Ocupa la posición de director de informativos de Radio España y bajo su conducción están 400 periodistas diseminados por todo el país.
En España se identifica como Carlos Peñaloza, nombre que escogió cuando el director de una emisora donde llegó a trabajar le pidió que se quitara el apellido Gómez porque con él trabajaban siete periodistas que tenían el apellido Gómez y no quería un Gómez más en su empresa.
Carlos Peñaloza en preguntas y respuestas Cómo está nuestra radio? - Hasta hace pocos años ha comenzado a ser una radio elaborada, una radio con consistencia. En la radio colombiana se improvisaba hasta hace poco tiempo. La radio europea es más elaborada, donde se desentraña más los hechos. Hubo un momento en que dije que la radio colombiana era como una niña bien vestida por fuera, pero con ropa interior poco fina. Sin embargo, la radio europea es al revés. El vestido exterior no es de grandes encajes pero la ropa interior es muy fina. Ultimamente los avances de las comunicaciones han logrado que la radio colombiana sea más elaborada .
Usted es figura en España? - Más que figura soy una persona responsable, que está haciendo una radio participativa y apolítica. Tal vez el hecho de ser colombiano ha influido a conocer profundamente a España para poder dirigir un informativo como el que dirijo. Lo que sí puedo decir es que soy absolutamente ecuánime a nivel político y eso es lo que me ha permitido sobresalir .
Siente la envidia de los colegas al ver a un colombiano en la posición que ocupa? - Yo no lo noto, tal vez porque voy con todos mis afectos. Yo no viene a quitarle nada a nadie. Yo voy con todos mis afectos, yo vengo con una sonrisa, vengo mirando a los ojos. Cuando miras a los ojos comienza el principio de la solidaridad. Hay que ser tolerantes y humildes. El que no aprenda que -como decía San Agustín- la vida es una larga lección de humildad lo va a tener muy difícil .
Qué le duele de Colombia? - El falso patrioterismo, la falta de cariño sincero hacia la propia patria. Somos berracos para decir que tenemos un gran torero o una gran selección de fútbol. Eso no es importante, lo importante es querer ser importantes y prestar un servicio a la sociedad. Se es importante siendo honrado consigo mismo y sirviendo a los demás. No somos sinceros en el servicio a los demás. No hay que ser patriotas solo cuando se iza la bandera .
Cómo encuentra al periodismo colombiano? -- Aquí se hace periodismo de provincia. Los diarios no hacen análisis de la actualidad internacional. No existe en Colombia periodismo de investigación, según hace quince días lo afirmaba el embajador de Colombia en España, Rodrigo Marín Bernal, en un foro. Yo refrendo su opinión: No hay periodismo de análisis en profundidad sobre el acontecer internacional. En este campo los periódicos colombianos son medios de difusión y no de comunicación .
Se siente realizado? -- Sentirme realizado significaría ser un egoísta, pero yo no quiero ser egoísta. Para sentirme realizado me falta mucho por ayudar y colaborar con la gente, ser solidario con muchas personas que necesitan de mis servicios .
El maestro de Peñaloza Gustavo Núñez Valero, ese veterano periodista boyacense que hoy se desempeña como secretario privado del gobernador de Boyacá, José Benigno Perilla, no oculta su satisfacción al ver que quien hace unos 23 años fue su alumno en las lides periodísticas esté triunfando en el campo internacional.
Por allá en 1974 tenía yo un programa en Radio Unica un programa que se llamaba Proyección Juvenil , que se transmitía los domingos a las diez de la mañana. Ahí presentábamos cantantes locales, jóvenes de los diversos colegios. Yo era el presentador. En una oportunidad llegó un muchacho melenudo, que cantaba idéntico a Raphael de España. Llegó y dijo yo quiero cantar, mi canción se llama Vino griego . La ensayó y encontré que el tipo podía presentarse en el programa , recuerda Núñez Valero.
Anota que ya listo para interpretar su canción, el joven le comentó: Usted es de Umbita, yo soy hijo de un umbitano, soy hijo del policía Carlos Julio Gómez. Yo le respondí: claro, yo lo conozco. Esta circunstancia permitió tener algo más de acercamiento con Carlos .
A partir de entonces el muchacho tuvo más oportunidades de presentarse en ese programa radial y se convirtió en amigo personal de Gustavo Núñez, quien dice que le llamó poderosamente la voz. Cuando necesitaba dar alguna serenata el me sacaba de esa dificultad , dice el funcionario oficial.
Refiere que cuando se desempañaba como redactor del radioperiódico Avance Boyacense , Carlos, que estudiaba en el Colegio Santo Domingo, llegó con una grabadora y dijo que necesitaba que le concediera una entrevista porque le habían asignado una tarea y tenía que presentar a alguien importante. Núñez le recomendó que entrevistara a Carlos Martínez Becerra, profesor de la UPTC que se hallaba en el noticiero y quien tenía muy claro la proyección que iba a tener la universidad a nivel regional.
Carlos Hernando hizo la presentación de esa entrevista con una voz que me dejó impactado -comenta Núñez Valero. Igual impresión dejó en el profesor Carlos Martínez Becerra. Después, en 1976, cuando Gustavo estaba en la redacción del diario El Oriente, un sábado llegó Laurentino Gómez, un campesino de Umbita, tío de Carlos Hernando, y luego de quitarse su sombrero pidió que le ayudara a conseguir puesto a este sinvergenza, que llego, son las diez de la mañana y lo encuentro tirado en la cama y eso no es justicia con mi hermano . Núñez, que estaba consiguiendo por esos días un redactor, le abrió las puertas a Carlos Hernando, quien aceptó la invitación.
Recuerdo que la primera noticia que le publicaron se la identificaron con la autoría de Hernando Gómez Otálora. A medida que iba redactando me di cuenta que tenía idea de escribir. Es cierto que las primeras cinco noticias no pasaron, fueron a parar al cesto de la basura. Simultáneamente trabajaba en el Diario El Oriente y en el radioperiódico Aquimín. El locutor era Ulises Ochoa y seguramente se agarró con el director del noticiero, León Darío Medina. Lo cierto es que Ulises no volvió a leer las noticias, como Carlos Hernando trabajaba conmigo le di la oportunidad de leer el noticiero de las medias horas y él lo recibió con entusiasmo. A los tres días estaba leyendo las noticias de la media hora y los noticieros del mediodía y la noche, pues había sido nombrado de planta , dijo Gustavo Núñez.
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