Vigo, líder en Galicia en inmigración

Vigo es líder en cuando a la llegada de inmigración en Galicia, tanto en cifras absolutas, lo que resulta lógico, como relativas, ya que no hay ningún otro ayuntamiento gallego relevante donde haya tanta población nacida fuera de España. Según el último estudio de población realizado por el Instituto Galego de Estadística (IGE), en Galicia habría hasta el pasado 1 de enero un total de 106.637 extranjeros empadronados en los más de 300 municipios de la comunidad autónoma.
De ellos, 39.485 estarían en la provincia de Pontevedra y finalmente 17.108 tendrían su domicilio en la urbe viguesa. Por tanto, el 47 por ciento de los inmigrantes en la provincia se encuentran en la ciudad, porcentaje que se reduce el 17 por ciento en el cómputo gallego. De lejos, la mayor bolsa de toda la comunidad gallega, que se mantiene pese a la crisis económica por el potencial industrial de la ciudad y también su demanda en servicios. Como peculiaridad de Galicia, al contrario que el resto de España, manda la inmigración latinoamericana, mientras que la magrebí es todavía minoritaria. En Vigo, los extranjeros suponen casi el siete por ciento de todos los empadronados, cifra a la que ninguna otra ciudad gallega se acerca ni en términos absolutos ni relativos. A Coruña cuenta con 12.037 inmigrantes inscritos en su censo (el cinco por ciento del total) en tanto que Santiago suma 4.264 (el cinco por ciento de su censo). En la división por continentes, en Vigo mandan los latinoamericanos, que suman 9.722 a 1 de enero de 2010, con los brasileños en primera posición en este grupo.
Detrás, colombianos, argentinos y uruguayos. Curiosamente, o como síntoma de la recesión, uruguayos y argentinos suman hoy menos miembros que hace dos y tres años por un fenómeno creciente de retorno a sus respectivos países una vez que hay nuevas perspectivas. Los sudamericanos fueron los primeros en hacer el viaje de ida a España por razones culturales y sociales, ya que muchos de ellos eran hijos o nietos de españoles, gallegos en su mayoría, que en la primera mitad del pasado siglo hicieron el viaje en sentido contrario, atravesando el Atlántico. En todo caso, este grupo es el que alimentó el padrón vigués durante la primera década del siglo XXI, al pasar de 1.403 en 2000 a casi 10.000.
Los ciudadanos llegados de países europeos apenas aumentaron en Vigo entre el año 2000 y 2005, incrementando su número de forma paulatina. No obstante, en la segunda parte de la década se ha producido un fuerte impulso a la llegada de residentes, en especial de Rumania, que ha llegado a abrir un consulado en Vigo donde hay inscritas 2.000 personas, el doble de las que están censadas en el ayuntamiento. Por último, también ha sido llamativo el goteo de chinos, que suman 400, el doble que hace cinco años, y los 1.311 africanos, otro grupo en aumento.