lunes, 24 de enero de 2011

Visa de turismo, un calvario para latinos y españoles

Por primera vez en quince años, la ecuatoriana Ana Cedeño pasaría la Navidad con sus hijos en Barcelona.

Tenía trabajo estable, un piso alquilado y, lo más importante, la nacionalidad española. Además sus dos hijos, de 23 y 25 años, estaban estudiando una carrera en Quito. Sólo les faltaba el visado de turistas.

En octubre de 2010 presentaron todos los documentos en el consulado de España en Quito. “Hasta mandé un escrito ante notario en el que me comprometía a responder por sus gastos en España”.

Nada valió. Les negaron la visa por “no justificar el propósito del viaje y las condiciones de la estancia prevista”.

Es decir, que no estaba claro a qué venían a España. “Sentí una indignación y una impotencia tan grandes... lo único que quería era pasar unas navidades en familia y que mis hijos conocieran el país que me ha ayudado a salir adelante”, cuenta esta ecuatoriana que trabaja como vigilante de seguridad.

Pero Ana decidió seguir luchando. Contrató un abogado en Barcelona para que le ayudara a hacer la reagrupación familiar de sus hijos, aunque no vinieran a quedarse.

Todo el mundo le decía que sería más fácil por esta vía después de la sentencia del Tribunal Supremo que facilita la llegada de padres e hijos de ciudadanos españoles.

También se lo denegaron. Esta vez porque “no acreditar que los solicitantes viven a cargo del reagrupado”.

Y eso que Ana calcula que en los últimos quince años ha enviado más de 40 mil dólares a sus hijos, que viven con los abuelos en Quito.

El caso de esta madre nacionalizada española no es único. A la colombiana Gladys S. le negaron la visa de turista para su traer a su madre de 63 años.

“Como nacionalizada le envié toda la documentación. La hicieron ir cuatro veces desde Cali hasta Bogotá para nada. No entiendo por qué nos dan este trato, ¿es que en España no saben lo que hacen sus funcionarios en los consulados?”, se pregunta.

Jorge Graupera, abogado del despacho Legalcity, confirma que los visados de turismo de dan “a cuentagotas en los países que se consideran emisores de inmigrantes”.

Según el jurista, los consulados tienden a negar la mayoría de las peticiones como gran filtro, ya que poca gente presenta recursos contra esta decisión.

“En el caso de la madre ecuatoriana es fácil ganar el proceso ante el Tribunal de Madrid, porque se trata de hijos de una española y negarles el visado de turista es una vulneración flagrante al decreto 240, que establece el derecho a reunirse con sus padres”. El problema es que hay que esperar más de un año para que haya una sentencia.

En el caso del visado de reagrupación, el abogado es más cauto porque señala que para traer a los hijos mayores de 21 años es necesario demostrar giros de dinero durante los últimos doce meses.

Pero aunque los jueces le acaben dando la razón, nadie le borrará a Ana la soledad de este diciembre. “Me arruinaron la Navidad”, dice.

enlatino.com

0 comentarios:

Publicar un comentario