miércoles, 12 de enero de 2011

Teatro Gran Cielo de Valencia inaugura un programa de formación en baile para combatir el estrés laboral

El Teatro Gran Cielo inaugura esta semana un nuevo programa de formación en baile para padres orientado a combatir el estrés laboral, al tiempo que complementará la oferta educativa de espectáculos de danza y talleres didácticos para familias y escuelas de este espacio pionero en España en la formación y los espectáculos para niños, según ha explicado la coreógrafa Cristina Cabo en un comunicado.

El nuevo programa contará con el apoyo de monitores profesionales que realizarán sesiones introductorias al baile latino y contemporáneo, desde salsa, merengue y samba, a estilos tradicionales como el pasodoble o más contemporáneos como el jive. Estas clases de iniciación se realizarán los viernes para facilitar la disponibilidad de todos los miembros de la familia.



En este sentido, Cristina Cabo ha explicado que el programa se orienta a la reducción de la tensión corporal y el estrés, ya que, a través del movimiento corporal que se produce en diversos bailes latinos, los alumnos aprenden y mejoran su condición rítmica y coordinativa, lo que favorece la relajación muscular.

Además, la coreógrafa valenciana ha explicado que el taller permite "expandir las emociones a través de la música y mejorar la conexión con el cuerpo y, de esta forma, se favorece la reducción del estrés laboral y mejora la motricidad".

La iniciativa refuerza la programación de espectáculos de danza para todos los públicos, especialmente infantiles, con una nueva línea que se complementa con los talleres y unidades didácticas paralelas a los montajes representados en el teatro.

SUEÑOS INFANTILES

Por otra parte, el espacio cultural mantiene en cartel la pieza 'Una Ciudad Soñada', la búsqueda de un niño perdido que no encuentra a su abuela en una ciudad arrasada por un Tsunami se mantiene en cartel en el Teatro Gran Cielo, con pases vespertinos de viernes a domingo, tras más de un centenar de representaciones y una docena de pases especiales en Navidad.

La obra permite a los espectadores más pequeños vivir la reconstrucción de una ciudad ideal en primera persona durante los 50 minutos que dura la representación, en palabras de Cristina Cabo.

De hecho, el montaje se ha concebido para que los espectadores participen en él desde antes de entrar en la sala, escribiendo deseos, dibujando y pintando casas virtuales y, sobre todo, integrándose entre el reparto de bailarines "para recrear y juzgar cuál es la ciudad ideal".

En este sentido, la directora de la obra ha señalado que la obra pretende hacer partícipe al público de la importancia de colaborar para tener una ciudad soñada, así como hacerles experimentar las sensaciones que evocan las proyecciones y los bailarines. Para ello, en cada representación, se elige a tres niños para que participen en un momento de la obra, si bien, todos tienen de una u otra forma la oportunidad de modelar cada una de las representaciones con sus ideas, respuestas y decisiones.

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